martes, 26 de abril de 2022

Desenganchada del móvil por un día.

Siguiendo la actividad propuesta por el profesor Ricardo Fernández, he decidido estar un día sin el teléfono móvil.

Sería una tontería fingir que el teléfono móvil no crea adicción y dependencia, así que me ha parecido un buen experimento pasar un día entero sin el móvil.


Me hubiese gustado desconectarme totalmente, pero por motivos personales no he podido apagar el móvil por completo, así que me he limitado a quitar la WiFi y los datos móviles, y dejarle retirado para no cogerle, salvo en caso de emergencia.


Lo hice ayer, y fui apuntando en un papel lo que sentía en diferentes momentos del día, para seguir un control. Dejo a continuación estas anotaciones:


10:00  - Ha sido raro no mirar el móvil al levantarme ni al desayunar. No ha empezado el día y ya me estoy arrepintiendo de hacer este "reto".


11:30  -Voy a comprar al supermercado, así que en lugar de llevar el móvil con la lista de la compra me la he escrito en un papel, como cuando era pequeña. No he echado de menos el móvil e incluso he comprado más rápido de lo habitual.


14:30  - Me ha costado resistirme y no mirar el móvil antes de comer, como de costumbre. Al menos mientras coma puedo ver la tele y conectar con el mundo exterior.


16:00  - Normalmente a estas horas estoy chateando o viendo las redes sociales, así que no sé muy bien qué hacer ahora.


16:15  - Al final me he puesto música de la radio para pasar el rato.


17:00  - Han venido mis primos pequeños a buscarme para irme al parque a jugar con ellos. Lo mejor que me podía pasar en el día de hoy, porque podemos decir que tengo mono de teléfono móvil.


20:00  - Estando con mis primos me he olvidado por completo del móvil, pero al volver a casa necesito mirarlo. Pero voy a resistir, menos mal que ya queda poco.


21:00  - He estado hablando con mi familia todo este tiempo, y (casi) no he pensado en mi móvil.


21:30  - Durante la cena nos ha surgido una duda sobre la edad que tiene un actor. No he podido googlearlo como suelo hacer, así que mi hermana se ha encargado de hacerlo.


22:00  - Voy a ver una película en la tele ya que no puedo ver vídeos en YouTube. Para cuando acabe podré coger por fin el móvil.


 00:00  - Nunca he cogido con tanto deseo mi teléfono.


RETO SUPERADO


Al terminar el experimento he podido comprobar (mejor dicho, confirmar) que tengo dependencia al móvil. Aunque no esté las 24 horas del día mirándolo, siempre lo tengo a mano por si me escriben mensajes, o yo misma necesito escribirlos; por si me llaman o necesito llamar; para echar un vistazo a las redes sociales o para buscar datos curiosos que me surjan a lo largo del día.

A pesar de que he sufrido un poco con este reto, me ha gustado la experiencia de estar desenganchada del teléfono, aunque no volvería a repetirlo.


Sí que es verdad que, por ejemplo, cuando voy a la playa, estoy mucho más desconectada del teléfono y me olvido más de él. Pero esta vez ha sido la única en la que no lo he tocado en todo el día.

jueves, 21 de abril de 2022

Los maestros y maestras también queremos trabajar.

 A pesar de que ya hemos superado la crisis económica en nuestro país, sigue habiendo paro. Y nuestra profesión, como muchas otras, no se queda atrás. De hecho, en mi opinión, los maestros y maestras somos los que más negro tenemos el futuro.


Los motivos podrían ser que es una carrera muy demandada (en mi aula somos unos 70 estudiantes), en la que hay poca oferta, ya que normalmente los profesores que consiguen una plaza intentan que sea fija, y en la que se van reduciendo cada vez más los puestos de trabajo porque se intenta juntar muchos niños en el mismo aula.


Y, aunque seguramente la mayoría de las personas que estamos estudiando Magisterio Infantil no encontremos trabajo, igualmente hemos querido hacer este grado universitario. En mi caso, ha sido por vocación, y aunque sé que está difícil, mi objetivo es trabajar de esto.


No solo es difícil encontrar trabajo siendo maestros, sino que, cuando lo hacemos, no cobramos lo suficiente (en mi opinión).


Tengo la esperanza de que en el futuro se amplíen los puestos de trabajos relacionados con la educación. Para ello, pienso que se debería dividir a los alumnos en grupos más pequeños, que además es más conveniente para ellos. Y también se debería valorar mucho más nuestro trabajo.



martes, 19 de abril de 2022

La familia como apoyo del alumnado.

 Los miembros de la familia de los alumnos son referentes clave para ellos, tanto en su vida diaria como en su educación. Por ello, los debemos tener en cuenta a la hora de tomar decisiones importantes.


Desde que se inicia la escolarización, debemos tener presente que los padres (y la familia, en general) tienen un papel muy importante en nuestros alumnos. Su forma de comportarse, su educación, su manera de enfrentar los problemas, sus hábitos y rutinas... están basados en lo que los padres les han enseñado.


En las dificultades que tengan nuestros alumnos, deben estar presentes sus familias para apoyarlos y ayudarles a resolver esos problemas. Los maestros, por supuesto, también debemos ser una fuente de apoyo para ellos, pero normalmente son los padres los que más peso tienen.

Por eso, por muy pequeño que sea el problema, debemos comunicárselo lo más pronto posible a sus familias.


No debemos olvidarnos de que hay familias que, por los motivos que sean, no disponen del tiempo suficiente para ayudar a sus hijos y atender a sus necesidades educativas. En estos casos, nuestro apoyo como maestros debe ser mayor, y debemos procurar que estas familias hagan un esfuerzo para poder ser el apoyo necesario de sus hijos e hijas.



martes, 12 de abril de 2022

El coste de la educación.

Según el Artículo 27 de la Constitución Española, “Todos tienen el derecho a la educación” y “La enseñanza básica es obligatoria y gratuita.” Con enseñanza básica se refiere a Educación Primaria y Educación Secundaria. Pero todos sabemos que no es totalmente gratuita, pues hay que comprar libros y materiales escolares.

Además, surgen mil asuntos sobre los que reflexionar como las diferencias entre el coste de la educación en colegios públicos y privados, sobre lo que gasta el Gobierno y las familias en estos centros y sobre el sistema de becas.


Tras haber dado una vuelta a estos temas, como conclusión, pienso que España necesita una reforma educativa en relación a las cuestiones económicas, porque como ya hemos visto anteriormente, la educación pública no es totalmente gratuita, puesto que, las familias gastan mucho dinero en materiales y en recursos para que sus hijos puedan estudiar. Además, el sistema de becas es muy escaso y no suele cubrir todas las necesidades.

Consideramos que el gobierno no se centra lo suficiente en la educación, siendo esta un derecho fundamental.

Respecto a los colegios públicos y privados, pensamos que las personas que tienen mayores ingresos son las que se matriculan en los centros privados, aunque esto no significa que vayan a obtener una educación de mayor calidad, ya que el éxito educativo de una persona depende más de sí misma que del tipo de centro.

Finalmente pienso que todos los niños deberían hacer uso de la educación publica para que así se favorezca más la diversidad, todos aprendan de todos y aprendan todos juntos, no divididos en escuelas o institutos según tu clase social, nivel socioeconómico o alguna discapacidad. 


 


jueves, 7 de abril de 2022

La educación en libertad.

 Mi experiencia personal.

El verano pasado, trabajando de monitora en un campamento, me di cuenta de la importancia que tiene fomentar la libertad, especialmente en niños pequeños.

En uno de los descansos para tomar la merienda, se me acercó un niño de unos 5 años para decirme que le gustaban mucho mis uñas. Las llevaba pintadas de color rojo, y le llamó la atención. También me dijo que a él le gustaría pintárselas para probar y ver qué se siente, pero que su madre no le dejaba.


A mí esta situación no me resultaba nueva, pues tengo primos más o menos de su edad que también me habían dicho lo mismo no hace mucho tiempo. Con mis primos lo tuve fácil, les pinté las uñas de los colores que eligieron y convencí a sus padres para que les dejaran llevarlas así. No veo ningún problema en que los niños quieran pintarse las uñas, el problema le veo cuando les dices que no porque “es de chicas”.


Cuando este niño del campamento me dijo aquello, llamé a mis primos (que también habían asistido al campamento) y les dije que le contaran que a veces les pinto las uñas y que no pasaba nada. Este niño no se podía creer que cabía la posibilidad de que se pintara las uñas, y de que no le dijeran nada ni se metieran con él, pues mis primos le contaron que a sus compañeros les parecía muy divertido.

Yo le dije que pidiese permiso a su madre y que le pidiera que le pintase una uña, para probar. 

Pensaba que su madre no le dejaría, pues hay madres que tienen miedo de que sus hijos hagan “cosas de chicas”. Pero, para mi sorpresa, al día siguiente vino con una uña pintada de azul. Me la enseñó muy emocionado y me contó lo divertido que había sido el proceso de pintarse la uña.


Con esto, quiero animar a los padres a que no corten la libertad de sus hijos. Que, igual que si una niña quiere, puede llevar el pelo corto; un niño puede pintarse las uñas si así lo desea. Y los demás compañeros deben respetar las decisiones de cada uno, pero esto solo es posible si así lo hacen los padres.



martes, 5 de abril de 2022

El respeto de las normas

 Una parte de la educación de los niños se basa en el respeto de unas normas determinadas. Estas normas deben servir para tener una mejor convivencia y trabajar en un ambiente de paz y tranquilidad, respetándonos entre nosotros.


Desde el inicio de la escolarización, enseñamos a los alumnos a comportarse bajo unas normas que hemos impuesto previamente. Si alguno o alguna no respeta esas normas, se produce un castigo hacia él o ella, que les recuerda que las deben respetar.


Pero muchas veces no explicamos a los alumnos por qué hay que respetar esas normas o por qué hay cosas que se pueden hacer y cosas que no. Esto hace que no lo comprendan y que les cueste recordarlas, o simplemente no quieran cumplirlas porque no les parece pertinente.


Por eso, si queremos que nuestros alumnos se adhieran a las normas que nosotras, como profesoras, hemos puesto, debemos seguir los siguientes consejos:

- Explicarles cada norma, con palabras adaptadas a ellos para que las comprendan correctamente.

- Poner normas coherentes y con un objetivo claro, no solo para ser figuras de autoridad.

- Poner imágenes con las normas repartidas por toda la clase, para recordárselas en todo momento.

- Tener presente que son niños, y no podemos exigirles lo mismo que a un adulto.

- No olvidar que los niños tiene unos derechos y debemos basarnos en ellos para poner las normas.

- Tener en cuenta la educación que están recibiendo en casa y respetarla lo máximo posible.

- Determinar los castigos que se pondrán de manera conjunta con los niños, en el momento en el que se presentan las normas, para que ellos los aprueben y lo entiendan cuando sean castigados.

- No imponerles castigos severos cuando no cumplen una norma, pues aún están aprendiendo.

- Aprovechar cuando un alumno no haya cumplido una norma para volver a explicar el porqué de la misma y reforzar así esa norma en esa persona y en los compañeros.




Fin del cuatrimestre.

 Una vez acabado el portafolios y el cuatrimestre, me gustaría hacer una breve conclusión. En primer lugar, considero que he aprendido infin...